Este artículo fue una colaboración de nuestro amigo Joan G. Marcano Velázquez.
Bayamón, pueblo del chicharrón. Si, todavía se ven en la calle carritos vendiendo chicharrón con pan de hogaza; mejor conocido como ‘pan de teta’. Esta delicia alta en triglicéridos (no tan saludables, pero si sabroso) no tiene que ver mucho con la fundación de la Plaza de Bayamón, pero de seguro ha captado la atención de algunos que ya se le sale la saliva de la boca…
La plaza de recreo Eugenio María de Hostos de Bayamón, centro de esta gran ciudad (si, ¡gran ciudad!, en contraste con la opinión de un moderador de este blog…), se encuentra en el centro del pueblo y es el lugar donde se ubica la Iglesia de la Santa Cruz.
La fundación de iglesia demarca históricamente el nacimiento del pueblo cuando en 1770 se trasladó de la hacienda azucarera llamada Santa Cruz al lugar denominado como “Alto Embarcadero”. Esto se debió a la ya existente alta densidad poblacional y las condiciones precarias en la que estaba la estructura que componía este lugar santo.
Los años subsiguientes a estos fueron unos de gran crecimiento para Bayamón, ya que sus tierras llanas y fértiles facilitaba en cultivo de varios alimentos. Además de esto, su cercanía a San Juan ayudo a su rápido desarrollo social y económico.
Como pueden observar, la plaza ya no posee la importancia que tuvo en tiempos pasados. A este centro urbano le queda poca vida en comparación con otros pueblos en el cual ha perdurado el valor cultural. Con la creación de varios centros comerciales aledaños con pasillos en aire acondicionado, ya son pocos los que gustan disfrutar de la plaza como lo hace mi amigo Pirulo (foto arriba).
Si es domingo y eres católico, puedes ir al servicio de la iglesia y rogar por que quizás unos tiempos mas simples y dulces, como la caña de azúcar, lleguen a este país. Al salir, le das una ofrendita a los deambulantes y saludas al loco con la cámara que se unió al grupo que quiere documentar todas las plazas de nuestra Islita.
